Plataforma Educativa
Treballa amb nosaltres

La mujer que viaja, sale y descubre, nunca volverá a mirar el mundo con los mismos ojos.

Jara Mena Curiá; Graduada en Ciencias Políticas y de la Administración y Máster en Relaciones Internacionales y diplomáticas, es trabajadora de Plataforma Educativa. En este artículo de opinión del PEnsem del mes de junio valora la importancia del proyecto Nahual.

Jara Mena

Ser mujer en todo el mundo es siempre complicado. Continuamente estamos expuestas a situaciones de mayor vulnerabilidad o discriminación por el hecho de ser el género no dominante. Sin embargo, la realidad que viven las mujeres en su día a día cambia mucho según el lugar del mundo en el que nos encontramos. Aunque en la sociedad europea se vive un elevado nivel de inclusión, integración e igualdad, en la mayoría de países del mundo, las mujeres todavía no tienen un estatus igualitario en la sociedad, tanto a nivel profesional como social, siendo relegadas exclusivamente a la esfera familiar.

Me gustaría hablar hoy del caso de Guatemala, donde el 59,3% de las mujeres son pobres (según el Instituto Nacional de Estadística, 2014) y apenas el 41% de la población femenina tiene un empleo. Allí, las oportunidades de acceder al mercado laboral, participar en los espacios políticos o ser sujetos activos de la economía son casi inexistentes de manera que ser independiente económicamente es una tarea complicadísima.

No es de extrañar pues, que Guatemala sea el país de América Latina con la mayor brecha de género (66,6%), medida por la participación de las mujeres en la economía de país y el mundo laboral calificado, en la participación política, en el acceso a la educación y la esperanza de vida (Índice Global de brecha de género Guatemala, 2020). El 48,7% de las guatemaltecas de 15 a 24 años se dedican a tareas del hogar y esta cifra aumenta entre las mujeres de 25 a 64 años (60,1%) y las de más de 65 años (66,5%), según datos de la ONU mujeres Guatemala 2019. Es fácil imaginar que ante estos datos, las mujeres no tengan espacios, oportunidades, incitaciones e, incluso, interés por desarrollarse de forma personal más allá de su papel en la esfera familiar.

En este contexto de extrema desigualdad hacia las mujeres y falta de oportunidades, hacen de especial importancia proyectos de empoderamiento femenino que promuevan el desarrollo personal y la propia autonomía permitiendo a las mujeres reconocer sus propios derechos, ganar confianza y seguridad en sí mismas y aprender y desarrollar nuevas competencias y capacidades.
Las mujeres que tienen la oportunidad de participar en este tipo de formaciones viven verdaderos cambios en sus vidas y, además, generan cambios en sus comunidades. Por eso es importante que podamos concienciar y sensibilizar a la población sobre la importancia de este tipo de programas.

En esta línea, el proyecto Nahual que ejecuta la Fundación Utopía, es una oportunidad única que va más allá de la formación en emprendimiento femenino y pretende ofrecer la oportunidad a una participante de viajar a Cataluña y vivir una experiencia personal y profesional durante 3 meses.

Personalmente, creo que la mujer que viaja, sale y descubre, nunca más volverá a mirar el mundo con los mismos ojos, y por eso creo que un proyecto que promueve el intercambio cultural, social y de experiencias es una herramienta muy útil para el desarrollo de su futuro y para la lucha por la igualdad.