Os compartimos este artículo de Hatim Bourkadi, voluntario de los proyectos de Cooperación en Marruecos de la Fundación Utopía y Coordinador Pedagógico Centro Oikia – Educador Social.
La historia de Marruecos siempre ha estado marcada por sucesivas oleadas de epidemias. Los y las historiadoras destacan los efectos devastadores de la peste de 1799 que vació el país de su población, ciudades como Marráqueix y Fes perdieron respectivamente el 83% y el 54% de sus habitantes. El siglo XIX fue testigo de cinco grandes oleadas de cólera intensas, que debilitaron al país demográfica y económicamente.
La epidemia del Coronavirus paraliza los sistemas de salud de todo el mundo así como la economía mundial y el transcurso de la vida en todas sus esferas. Marruecos no es la excepción, a pesar de la eficiente gestión de la primera ola, la pandemia provoca una profunda recesión económica y social y pone en evidencia su débil sistema sanitario. Sin embargo, esta crisis sin precedentes, provocó una oleada de solidaridad entre la ciudadanía y movilizó a todo el sector industrial para colaborar con el sector médico a afrontar la situación.
La economía informal en Marruecos es la más damnificada de esta crisis. Un estudio de la confederación general de empresas marroquíes “CGEM”, cifra la economía informal en más del 20% del PIB, según las estadísticas de 2016 de la Organización Mundial del Trabajo, el sector informal crea entre el 75% y el 89% de los puestos de trabajo en Marruecos. En estos momentos miles de personas trabajadoras informales que se encuentran sin actividad y que de facto están excluidas de todas las redes de seguridad social. Una exclusión que puede tener importantes consecuencias sobre la economía nacional, pero también sobre la paz social del país.
El proyecto de cooperación internacional “Incuba Fes”, coordinado por la fundación Plataforma Educativa, nace en el año 2013, con el objetivo de ayudar a la incorporación de jóvenes de Marruecos, mayoritariamente profesionales y personas emprendedoras del sector informal, al tejido empresarial marroquí, formándolas en el ámbito de la gestión empresarial y ayudándolas a formar sus propias empresas, hacerlas duraderas en el tiempo y promover el desarrollo sostenible del territorio de acción.
En el año 2017 nace “la Otra Riba”, una iniciativa liderada por un grupo de profesionales de amplia experiencia en el sector social, con el objetivo de acompañar a los y las profesionales de la atención a las personas con necesidades especiales y a los y las jóvenes tuteladas por el gobierno Marroquí. Es una iniciativa que pretende proporcionar formación, asesoramiento e intercambiar experiencias entre país de acogida y país receptor de jóvenes emigrantes, con el objetivo de apoderarnos mutuamente, difundir un conocimiento real y de primera mano de lo que significa migrar ilegalmente, los problemas que se encuentran los y las jóvenes menores cuando llegan a nuestras costas, y ofrecer posibilidades laborales y formativas a su propio municipio y ciudad marroquí, por todas aquellas que no quieren dejar a sus familias atrás, convirtiendo la migración en una opción y no en la única opción posible y desesperada, poniendo en peligro su integridad.
La pandemia alentó nuestra labor durante estos meses, pero nos ha brindado la oportunidad de poder ejercer nuestra acción sin necesidad de la presencia física. El proyecto Incuba Fes en su actual edición, se está desarrollando de manera telemática, facilitando los equipos informáticos de las salas de la formación a quienes no tienen medios. En este sentido, el equipo pedagógico del proyecto está haciendo un seguimiento, desde la distancia, de los diferentes proyectos de las personas emprendedoras y un acompañamiento físico en las diferentes etapas de los proyectos.
El proyecto “la Otra Riba” se ha tenido que adaptar a la situación abriendo un puente de diálogo, y de intercambio y asesoramiento a las personas representantes de los y las profesionales de un centro de acogida de menores a la espera del reencuentro tan esperado entre una orilla del mediterráneo y la otra.
Con este escrito, queremos agradecer a todas aquellas personas voluntarias, financiadoras y colaboradoras de los proyectos de la Fundación Utopía en Marruecos. Sin vosotros, y aún menos este año, la tarea no habría sido posible. No nos damos por vencidos ni pervencidas, seguimos adelante y ampliando colaboraciones en el propio Marruecos a la vez que promovemos nuevas iniciativas.
Gracias por estar a nuestro lado un año tan difícil.
