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Tercer Sector

Toca seguir defendiendo nuestra profesión y nuestra tarea

“Ay madre, como lo haremos???!!!”, “Pues mira, pensaba que sería peor…”, “¡Pediré convalidación a magisterio!”. Son frases que seguro muchas de vosotras habéis sentido o habéis dicho durante el confinamiento en vuestro centro residencial.

¿Se hizo largo? Sí. ¿Fue duro? Sí. ¿Vamos a hacer un trabajo y vamos a demostrar, una vez más, ser grandes personas profesionales y muy necesarias? Un SÍ en mayúsculas.

 

Laura Ribagorza

Toda la situación excepcional vivida por la COVID-19 ha sido un aprendizaje constante en muchos aspectos, pero si hablamos de la enseñanza online durante los meses del confinamiento, nos hemos sacado un máster.

Cada centro escolar y cada personal docente actuó de una manera diferente: algunos improvisando sobre la marcha, otros dedicando una horita al día y ave, las personas más voluntariosas estando disponibles y atentas a todo lo que necesitara el niño o joven…

El equipo educativo del CRAE, como estoy segura de que el resto de los equipos de otros servicios residenciales, tuvimos que poner toda la organización y programación que a menudo no encontrábamos del otro lado. Ahora empieza (¡por fin!) otra vez la escolarización presencial, aunque muy diferente a como la conocíamos. Podríamos hacer un largo listado de las dificultades que nos encontramos y de las grandes carencias del sistema educativo. Pero quizás vale más la pena centrarnos en la parte positiva, todo lo que vamos a ganar.

En todo el mundo se ha sentido y leído durante estos meses la dificultad de las familias a la hora de cómo asumir la escuela online, pero no se ha hecho suficientemente visible la realidad vivida en los centros residenciales. Una de nuestras grandes tareas es crear un ambiente familiar en el centro, y durante el confinamiento lo conseguimos. De familias hay muchas y de muchos tipos, y nosotros lo somos. Y más importante, estamos. Debemos hacernos más visibles, y los meses pasados lo hemos podido hacer en cierto modo con los centros escolares. Han sido frecuentes los comentarios de los tutores y tutoras escolares donde admiraban el trabajo que habíamos hecho como profesionales, y ahora nos toca seguir defendiendo nuestra profesión y nuestra tarea.

Y si hablamos de visibilidad, no podemos olvidar a nuestros niños, niñas y jóvenes. Han demostrado tantas cosas durante estos meses que es imposible resumirlo aquí. Con el inicio del nuevo curso escolar, nos tocará recordar en los claustros de cada centro escolar que los chicos y chicas tienen grandes habilidades y capacidades, pero que no pueden hacerlo solos. El acompañamiento, adaptación y atención que han tenido en el CRAE deben poder tener continuidad en cierto modo en el aula.

Comenzaremos el nuevo curso escolar con el agotamiento acumulado de estos meses, pero sabiendo, tanto nuestros chicos y chicas como el equipo educativo, tenemos la capacidad de mucho más de lo que nos imaginábamos.

 

Laura Ribagorçana, Dirección CRAE Ball de Cavallets de la Fundación Resilis.